Tras siete días sin actividad, se reanudó hoy el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, con la intención de determinar si la jueza Julieta Mackintach será apartada de la causa, y si el proceso podrá continuar. En la audiencia, Patricio Ferrari, fiscal general adjunto de San Isidro, exhibió pruebas contundentes sobre el documental que presuntamente estaba grabando la jueza sin consentimiento.
A su turno, la letrada aseguró que no hizo nada ilícito, y que no estaba grabando un documental, sino que le dio una entrevista a una amiga de la infancia. Ferrari, sin embargo, mostró pruebas del documental del que participaba Mackintach, con dos videos.
El primero de ellos consistió en un trailer de la miniserie, que según el fiscal, se iba a llamar “Justicia divina”, e iba a constar de seis capítulos de media hora cada uno. Tras leer la descripción de los capítulos y contar detalles del guión, Ferrari pidió que se proyecte el trailer.
Ese primer video que se vio empieza con la llamada al 911, en las que se pidió una ambulancia, después, cortes de TV de todo el mundo con la noticia de la muerte de Maradona intercaladas con imágenes de la jueza Makintach en su despacho.
Posteriormente, se proyectó otro video, de siete minutos, que incluye un fragmento del documental en versiones en castellano e inglés. Allí se ve a Mackintach hablando del juicio. Ferrari, tras mostrar estas imágenes, anticipó que podrían caberle graves consecuencias a la jueza. “Se evaluará en los ámbitos correspondientes las sanciones administrativas o si hubo comisión de delito. Esto excedió el decoro de un magistrado”, lanzó.
"Yo de este juicio no me aparto", la fuerte declaración de la jueza del caso Maradona
En medio de fuertes cuestionamientos, la jueza Julieta Makintach ratificó este martes que continuará al frente del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, actualmente en desarrollo en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro. La magistrada fue recusada la semana pasada por su presunta participación en la producción de un documental sobre el caso, pero negó de plano cualquier irregularidad y descartó tanto la nulidad del proceso como la posibilidad de dar un paso al costado.
“De este juicio no me aparto porque no existe motivo alguno que lo justifique. No voy a dar lugar a la nulidad de este debate, ya que no hay ni siquiera una sospecha de parcialidad”, sostuvo Makintach al iniciar la audiencia, en una declaración que buscó desactivar la controversia que estalló en los últimos días.
La jueza también manifestó haber sido víctima de acoso y remarcó que su imagen pública fue “arrasada”. Reconoció que la gestión del documental fue “desprolija y torpe”, pero negó haber incurrido en conductas ilegales. “Eventualmente se verá si corresponde alguna responsabilidad administrativa, pero no hice nada irregular”, aseguró.
Tras sus declaraciones, los otros dos jueces del tribunal, Maximiliano Savarino y Verónica Di Tomasso, tomaron la palabra para despegarse de la polémica. Ambos afirmaron no haber tenido conocimiento sobre la filmación que se realizó durante la primera audiencia del juicio, autorizada por Makintach.
“Se están diciendo cosas para involucrarnos a nosotros dos en una filmación con la que no tuvimos absolutamente nada que ver”, expresó Savarino. Di Tomasso, por su parte, fue más directa: “Solo dos personas sabían que se estaban tomando esas imágenes: quien las tomó y quien las autorizó”, en alusión clara a su colega.
La controversia se originó el pasado 15 de mayo, cuando Julio Rivas, abogado defensor de Leopoldo Luque -médico personal de Maradona y uno de los principales imputados-, denunció la supuesta parcialidad de Makintach y su vínculo con la producción del documental. En paralelo, los abogados querellantes Fernando Burlando y Mario Baudry presentaron una denuncia penal, lo que motivó la suspensión del juicio durante una semana.
Con la reanudación del proceso este martes, se espera una definición sobre la recusación de la jueza y sobre el futuro del debate judicial. Las alternativas van desde la continuidad del juicio hasta su eventual nulidad, lo que implicaría retrotraer el proceso a su etapa inicial.